miércoles, 26 de marzo de 2008

No me puedo esconder de Dios¡

No me puedo esconder de Dios¡
Pero aunque vueles a lo alto como águila, y tu nido esté puesto en las estrellas, de allí te arrojaré —afirma el Señor—. Abdías 4

Leía ahora el libro de Abdias, de los profetas menores en el Antiguo Testamento y veía como se habla de Edom nación cuyo odio contra Israel la llevaría a su propia destrucción. Me llamó la atención el verso que cito, “aunque vueles alto como el águila y tu nido este puesto en las estrellas, de allí te arrojaré”. Mi mente me llevó a pensar en la majestuosidad de Dios, me llevó a ver que Dios es grande y que no me puedo esconder de él, aunque me retire al lugar más apartado o a la parte mas lejana que me pueda imaginar, no podré esconderme de ÉL. Por más pequeño que sea un mal pensamiento, un pecadito que tenga escondido por alli…Dios lo conoce, no me puedo esconder de él. Dios es bueno y grande y misericordioso, Dios es sobre todas las cosas, él es Perfecto, Puro y Santo, él es el Rey de todo.¿Porqué escondernos de él? O ¿porqué pretender escondernos de él?... y no hacer lo que me dice que haga?

Hoy que estamos en el proceso de Formación Espiritual, es una gran oportunidad para aprender, para adquirir conocimientos que nos permitan dar el evangelio y hacer discípulos de acuerdo a la instrucción en Mateo 28:18 al 20, la Gran Comisión.
No escondamos nuestros talentos, nuestra imaginación, nuestro entusiasmo para hablarles a otros, cada día es una nueva oportunidad, cada momento es una nueva oportunidad, para decirle a otros de lo bueno que es Dios con cada uno de nosotros y lo que se encierra en el gran amor de él para con nosotros..

Bendiciones

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